Najac: un pueblo encaramado
NAJAC , Aveyron – Itinéraire
A la entrada de las gargantas del Aveyron, Najac ocupa una posición estratégica que tendrá todo el gusto de apreciar caminando a la sombra de los árboles.
En meandros, el Aveyron deja las tierras donde se extiende Villefranche-de-Rouergue para fluir hacia el sur. Llega a Najac, pueblo “clave de todo de toda la región”. El pueblo hecho de esquisto, restaurado a la antigua con todo el saber hacer del Aveyron, nunca nos ha dejado de lanzar su espléndido :”Quién va”?a los visitantes de paso.
Encaramado a gran altura, Najac se situa en un estrave rocoso cuya base está enlazada por el río. En proa de su promontorio: una formidable fortaleza.
En sus orígenes Najac era un castelnau que Alphonse de Poitiers, el último conde de Toulouse, fue ampliando hasta crear una bastida en el siglo XIII. La fortaleza, creada hacia 1250, es su obra y se murmura que sirvió más para demostrar su poder que para defender este cerrojo estratégico.
Río salvaje y viejas piedras
Caminando, la historia se va difuminando al contacto de los pequeños robles que hacen relieves alrededor una verdadera guerrilla. Se hunden en la tranquilidad secreta de las gargantas del Aveyron, en parte inaccesibles en coche.
De Najac y hasta Montricoux en Tarn-et-Garonne, las gargantas se suceden en una bella y verde secuencia salvaje. En estrella: el árbol y la roca, las sendas de cabra y los acantilados, los bojes y las piedras patinadas de los pueblos ribereños. Sin olvidar los tramos rápidos de este río muy valorado para la práctica de la canoa.
Sobre el último tercio del itinerario, remontará hacia Najac por la antigua cuesta medieval, aprovechando los miradores inéditos, encontrando gran cantidad de detalles arquitectónicos que dan un encanto impresionante a este pueblo clasificado entre los más bonitos de Francia.